Pagar en Calblanque.

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Pagar por aparcar en Calblanque equivale a pagar por bañarse en Calblanque. Casi al 100%, puesto que la inmensa mayoría de quienes frecuentan (¡frecuentamos!) el parque regional van (vamos) en coche (o moto). Dicho esto, y coincidiendo en que es necesario regular el acceso en determinadas épocas del año (fines de semana del verano, fundamentalmente), es cierto que pueden chirriar algunos de los aspectos del sistema elegido por la Dirección General de Medio Ambiente: una entidad de custodia de territorio (ECT) integrada por propietarios del espacio protegido que cobran a los visitantes por utilizar las zonas de estacionamiento, y que al mismo tiempo gestionan determinadas infraestructuras que son públicas.
La Comunidad Autónoma asegura que este nuevo modelo abierto a la participación de los particulares puede ser el futuro y que fiscalizará al máximo el funcionamiento y los ingresos de la ECT para conseguir el objetivo que se persigue: mejorar la conservación de Calblanque. Como imagino que habéis leído anteriores informaciones mías sobre este asunto, me limito ahora a aportar algunas claves que están detrás del nuevo escenario (un poco extraño para todos, esa es la verdad) que se abre para este parque regional costero ubicado en los municipios de Cartagena y La Unión.
Terrenos privados. El parque regional está formado en su mayor parte por fincas particulares. La Administración impone la protección legal del espacio por su singularidad ambiental, pero mientras no expropie los terrenos, éstos siguen siendo privados.
Por qué ahora. Es innegable cierta imprevisión, pero ha sido precisamente ahora (hace unos meses) cuando el propietario mayoritario de Calblanque ha manifestado su interés por participar en la gestión del espacio protegido. Según ha transmitido a la Dirección General de Medio Ambiente, su intención es poner en valor el parque y mejorar su estado de conservación.
Quién es. Este propietario es Costa Paradiso, empresa representada por Karl H. Bödding Cañedo que hace décadas intentó urbanizar el parque regional.
La ECT. Cuando esta empresa contacta con la Dirección General de Medio Ambiente, se acuerda la constitución de una entidad de custodia de territorio (una figura legal creada en 2007 para involucrar a los particulares), junto con otro propietario, como mejor fórmula de colaboración. Esta ECT se forma en el mes de abril, presidida por Karl H. Bodding Cañedo y con Ángel Sánchez de Val Gómez como secretario. La Comunidad Autónoma recibe de buen grado esta propuesta porque carece de recursos para gestionar adecuadamente este espacio (y además entiende que la regulación del tráfico excede sus competencias).
Qué pretenden. Según los fines sociales que constan en el registro de inscripción de la ECT: «Fomentar el desarrollo sostenible del medio rural. Colaborar con los demás propietarios de terrenos y viviendas del parque para mejorar la gestión del territorio. Promocionar el turismo rural, arqueológico, ornitológico, botánico, geológico, etc, fundamentado en una integración con el entorno. Buscar fórmulas que contribuyan a compatibilizar los usos tradicionales con la conservación óptima del ecosistema, contrarrestando la excesiva presión que éstos ejercen sobre la zona, principalmente en la temporada estival. Contribuir a la conservación y rehabilitación de las viviendas existentes, fomentando la integración paisajística de las mismas y respetando las tipologías tradicionales. Establecer una red de custodia con otras entidades y asociaciones, públicas o privadas, con el fin de impulsar la conservación, tanto de las playas como de los ecosistemas adyacentes. Conseguir la implicación de los visitantes del parque en su adecuada conservación, promocionando programas de actividades de educación ambiental». En su página web aportan algo más de información. Todo apunta a que, descartada la opción urbanística para rentabilizar sus terrenos, hacen una apuesta por el turismo sostenible (son propietarios de unas 50 viviendas en Las Cobaticas).
El control de accesos. Es la ECT la que hace la propuesta a Medio Ambiente y también la que fija los precios (4 euros los coches, 2 las motos y 6 las caravanas). Según la Comunidad, son libres para hacerlo (igual que la Administración regional para autorizarlo, claro).
¿Por qué acepta Medio Ambiente? Primero porque le quita un peso de encima: la Administración no tiene capacidad económica ni siquiera para asumir el coste del autobús gratuito que hasta ahora funcionaba los fines de semana de julio y agosto. Y en segundo lugar porque quiere ensayar la vía de la colaboración con los propietarios privados, con los que hay conflictos permanentes en los espacios protegidos. La Administración asume que es una medida impopular y que habrá protestas, pero reconoce el derecho de los propietarios y espera que la mejora en la conservación de Calblanque haya valido la pena. Me aseguran en Medio Ambiente que si tienen dudas, son «más sociales que jurídicas».
Tensiones vecinales. Esta nueva situación no ha caído bien en otros propietarios y vecinos del entorno del parque, que rechazan tener que pagar cuando llevan toda la vida viviendo en esa zona (y conservándola). No admiten que se les considere igual que a los visitantes. Para aplacar estas tensiones, el lunes pasado se les convocó a una reunión para que la directora general les explicase los motivos de esta medida. En el condicionado de Medio Ambiente a la ECT se ha incluido una cláusula para que se busque una solución que respete los derechos de los vecinos.
El fundamento jurídico. En un principio se trabajó sobre la figura de un convenio, pero los servicios jurídicos de la Secretaría General de la Consejería de Agricultura y Agua lo rechazaron por un ‘detalle’: el aparcamiento del Atochar (el techado, el más amplio), que fue expropiado en su día por la Comunidad, inexplicablemente no fue registrado, proceso que se pondrá ahora en marcha mediante la apertura del correspondiente expediente de dominio. Por eso se ha decidido hacer una autorización, con la cesión de esta infraestructura pública a la ECT. A la Comunidad le interesaba más el convenio porque posibilita mecanismos de control más rígidos.
¿Atascos? Si se puede bajar libremente con el coche hasta las playas, pero no se puede aparcar si no es pagando, ¿cómo evitar que se concentren en las inmediaciones de los aparcamientos decenas de vehículos esperando que haya un hueco libre? La ECT está obligada a informar en los accesos sobre la disponibilidad de plazas libres (hay 466) y tiempos estimados de espera, pero nadie puede impedir que los coches y motos bajen a las zonas de estacionamiento aunque estén llenas. Creo que esto no se ha resuelto bien.
El modelo de Cabo de Gata. Medio Ambiente explica que el sistema de Calblanque sigue el modelo de Cabo de Gata, pero hay una diferencia importante: en el parque natural almeriense funciona un autobús público para llevar a las playas a los visitantes cuando los aparcamientos están completos.
¿Es esto un negocio para los propietarios? La Dirección General de Medio Ambiente asegura que no e insiste en que, una vez descontados los gastos que genere la prestación del servicio, los beneficios se reinvertirán en la conservación del espacio natural. La Administración controlará los ingresos mediante los resguardos de cada pago, además de que una comisión de control requerirá toda la información sobre la ocupación, día a día y por franjas horarias.
PD. Está previsto que la Dirección General de Medio Ambiente autorice en unos días la gestión privada de los aparcamientos para que este sistema comience a funcionar como muy tarde el sábado 19.
FUENTE: LA VERDAD.